Con poco más de 25 años, ya poseo cargos familiares dignos para un anciano patriarca, solo me faltan los hijos que vendrán más adelante. Anote y saque sus cuentas: una docena de sobrinos y tres sobrinos nietos que he visto con mis propios ojos, con tan sólo 25 años. ¿Cómo lo hice?
Bueno, el responsable es uno, solo uno, y su labor no ha sido reconocida por ninguna institución y menos autoridad de este mísero país que disfruta de recordar fechas de pago y desastres políticos o naturales.
Fue un Presidente de la República, uno de esos radicales que a punta de vino tinto se ganó su estadía en La Moneda, que le hizo el encargo. Así fue como a don Luis Humberto Guerrero Millán se le solicitó la noble tarea poblar el país. ¿La razón? El temor de una remontada bélica por parte de los países vecinos. Si no cree busque en los diarios de la época, sale una pequeña reseña de la reunión con el Mandatario.
Este héroe se tomó a pecho su misión y por eso dividió en dos su tarea. Primero comenzó a poblar el norte del país, después de todo serían la primera fuerza de choque para hacer frente a los posibles invasores. Segundo, ya al final de su carrera, entendió que el centralismo se apoderaba del país, así que hizo una segunda repoblación en la capital para tener apoyo estratégico en caso de una revuelta en la capital.
Sin embargo, su labor no fue para nada fácil. Tenía que andar encubierto para no ser sorprendido, ya que tomó la determinación de dar su apellido a todos los retoños, actitud extraña para la época.
Si desea comprobar la dificultad de su labor solo busque en periódicos antiguos se encontrará con avisos parecidos al los del viejo oeste con el rostro de este señor ofreciendo una jugosa recompensa. De esta forma, emulando a Manuel Rodríguez recorrió el país como basquebolista (su disfraz más recordado) y luego como dirigente de la Digeder cumpliendo su labor como nunca lo ha hecho un empleado público en este país.
Hubo regiones en la que su vida corrió peligro. Cuentan que en Chañaral existió una brigada especial para detener a este agente gubernamental encubierto, había guardia en todos los lugares. Incluso, llegaron a prohibir el básquetbol masculino en esa localidad por temor a la llegada del señor Guerrero.
Sin embargo, todo tiene su fin. A medida que los radicales se hicieron menos importantes en la política nacional, don Luis fue perdiendo apoyo en La Moneda. De todas formas, el dictador también se aprovechó de sus conocimientos y habilidades para ayudar al Ejército en el conflicto con Argentina, pero como en toda dictadura siempre hay documentos secretos, por lo que estamos a la espera que la CIA desclasifique estos antecedentes para saber con más detalle los movimientos de Guerrero Millán en la Patagonia chilena.
También existen rumores de expediciones al extranjero, específicamente, a Perú, Bolivia, Paraguay y Argentina, la idea habría sido consolidar familias espías para futuros conflictos. Sin embargo, este rumor carece de sustento ya que habría sido bajo el gobierno de la UP, en la cual el presupuesto de inteligencia bajó considerablemente para destinarlo a otras labores.
Don Luis cayó sin pena ni gloria, en una sala de hospital. Durante sus funerales hubo autoridades que reconocieron su labor como ‘deportista’, dejando en el olvido su real profesión, pero escondida había una corona del Partido Radical, quienes son los únicos que reconocen la valiosa labor realizada para el país por casi cinco décadas.
No estoy pidiendo que se instaure un día en su honor, solo que tome conciencia del gran trabajo realizado por este chileno y que si se encuentra con un Guerrero, tómese la molestia de preguntar cómo se llama su padre o abuelo, ya que podría estar frente a un heredero más de uno de los ocultos héroes de Chile.
Bueno, el responsable es uno, solo uno, y su labor no ha sido reconocida por ninguna institución y menos autoridad de este mísero país que disfruta de recordar fechas de pago y desastres políticos o naturales.
Fue un Presidente de la República, uno de esos radicales que a punta de vino tinto se ganó su estadía en La Moneda, que le hizo el encargo. Así fue como a don Luis Humberto Guerrero Millán se le solicitó la noble tarea poblar el país. ¿La razón? El temor de una remontada bélica por parte de los países vecinos. Si no cree busque en los diarios de la época, sale una pequeña reseña de la reunión con el Mandatario.
Este héroe se tomó a pecho su misión y por eso dividió en dos su tarea. Primero comenzó a poblar el norte del país, después de todo serían la primera fuerza de choque para hacer frente a los posibles invasores. Segundo, ya al final de su carrera, entendió que el centralismo se apoderaba del país, así que hizo una segunda repoblación en la capital para tener apoyo estratégico en caso de una revuelta en la capital.
Sin embargo, su labor no fue para nada fácil. Tenía que andar encubierto para no ser sorprendido, ya que tomó la determinación de dar su apellido a todos los retoños, actitud extraña para la época.
Si desea comprobar la dificultad de su labor solo busque en periódicos antiguos se encontrará con avisos parecidos al los del viejo oeste con el rostro de este señor ofreciendo una jugosa recompensa. De esta forma, emulando a Manuel Rodríguez recorrió el país como basquebolista (su disfraz más recordado) y luego como dirigente de la Digeder cumpliendo su labor como nunca lo ha hecho un empleado público en este país.
Hubo regiones en la que su vida corrió peligro. Cuentan que en Chañaral existió una brigada especial para detener a este agente gubernamental encubierto, había guardia en todos los lugares. Incluso, llegaron a prohibir el básquetbol masculino en esa localidad por temor a la llegada del señor Guerrero.
Sin embargo, todo tiene su fin. A medida que los radicales se hicieron menos importantes en la política nacional, don Luis fue perdiendo apoyo en La Moneda. De todas formas, el dictador también se aprovechó de sus conocimientos y habilidades para ayudar al Ejército en el conflicto con Argentina, pero como en toda dictadura siempre hay documentos secretos, por lo que estamos a la espera que la CIA desclasifique estos antecedentes para saber con más detalle los movimientos de Guerrero Millán en la Patagonia chilena.
También existen rumores de expediciones al extranjero, específicamente, a Perú, Bolivia, Paraguay y Argentina, la idea habría sido consolidar familias espías para futuros conflictos. Sin embargo, este rumor carece de sustento ya que habría sido bajo el gobierno de la UP, en la cual el presupuesto de inteligencia bajó considerablemente para destinarlo a otras labores.
Don Luis cayó sin pena ni gloria, en una sala de hospital. Durante sus funerales hubo autoridades que reconocieron su labor como ‘deportista’, dejando en el olvido su real profesión, pero escondida había una corona del Partido Radical, quienes son los únicos que reconocen la valiosa labor realizada para el país por casi cinco décadas.
No estoy pidiendo que se instaure un día en su honor, solo que tome conciencia del gran trabajo realizado por este chileno y que si se encuentra con un Guerrero, tómese la molestia de preguntar cómo se llama su padre o abuelo, ya que podría estar frente a un heredero más de uno de los ocultos héroes de Chile.
7 comentarios:
Entonces responde la pregunta, ¿cuál es el nombre tu papá o abuelo. Además cuál es tu parentezco con este emblemático señor?
Sr. Noé, usted también es un Guerrero?
El nombre ya está puesto.
Al igual que Noe, hago la pregunta cual es el nombre de su abuelo o padre? Sólo nombras a Luis Humberto Guerrero Millán, no habla cual es el parentezco con ud.
No soy Guerrero. Tampoco Señor... sólo alguien que navega y escribe.
Chao.
Sr. Anónimo, es un agrado que haya pasado por acá, pero para la próxima agregue su nombre o alias por favor.
¿Cuál es la importancia de conocer el parentezco? ¿Es muy importante?
Yo quiero creer que no soy "Guerrera". De Guerrero tendré algún átomo por ahí.
Te dejo un abrazote,
Ta wena tu "pluma" todo el ratoooo. Pura Alberto Hurtado no más.
¿¿Cuándo das el examen??
Jajaja, echale la culpa al presi no más, jajaja
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