Escribir... Escribir

Escribir siempre ha sido mi principal forma de comunicarme. Es como si el destino se puso de acuerdo para que justamente tenga la necesidad escribir las letritas y darle el sentido para que ustedes las unan.
Los motivos se suman y dan un solo resultado, es decir, de algún u otro modo estoy condenado a escribir para comunicarme a un nivel más allá de lo común. ¿Será porque mi dicción no es de las mejores? De hecho hay muy pocas personas que me entienden todo lo que digo, por no decir que la gran mayoría no cacha nada lo que hablo.
¿O será por costumbre? Ya que cuando estaba chico, mis hermanos y mi madre llegaban tarde y yo dormía, entonces les dejaba un papel para pedir cosas o darles recados y después comencé con cuadernos y poco a poco fui creando otras brutalidades, llegando a decir en una clase una frase para el bronce: “con las letras puedo destruir a una persona”.
Puede sonar un tanto psicópata, pero creo que verdad. Sé que no lo haré, pero es factible.
Ahora bien, no sé como escribo, no tengo una autocrítica respecto a mi forma de escribir y no creo que la haga en un buen tiempo, pero eso no quiere decir que no los molestaré con mi discurso de neonuevoperiodismo o que ‘soy el mejor periodista del mundo’ y etc.
Como pocas veces me interesa saber qué piensan los demás. Algunos consideran que soy un humorista innato, otros que soy un pelmazo de tomo y lomo. Hay unos que ven en mi un estilo original de escritura (lo que dudo para ser sincero) y también están quienes consideran una verdadera tortura los que redacto.
En fin, en gusto no hay nada escrito, pero mientras me sienta cómodo seguiré dándole a esto de escribir.

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