No acostumbro a festinar de las muertes y menos referirme a ellas, pero lo que ocurrió hoy en el Hospital Militar necesariamente merece que todos hagamos una reflexión al respecto, ya que ha muerto uno de los personajes más influyentes de la segunda mitad del siglo XX en nuestro país.
La huella que ha dejado en todos los chilenos la dictadura militar, que tuvo en la cabeza a este señor recientemente fallecido, continúa viva. Las disputas en las afueras del hospital castrense son una muestra más de que el tema sigue ahí, en tanto superado, pero sigue latente.
El apellido genera dolor, molestia, es una piedra en el zapato para la convivencia nacional. Apenas se supo la noticia las muestras de felicidad y tristeza se multiplicaron por todo el país. Mientras que en las poblaciones y Plaza Italia, la bocinas y los gritos de ¡Ya cayó, ya cayó! Se multiplicaban. En el recinto hospitalario, los Ave María y la canción nacional intentaba dilapidar los gritos festivos.
No me siento parte de ninguno de los dos bandos. No valoro el ‘aporte’ que hizo el señor recientemente fallecido, ni festejo las muertes de mis enemigos, prefiero que vivan para verlos pagar.
Apenas me enteré de la noticia sentí una especie de alivio, inmediatamente me puse a pensar en los titulares del día siguiente, que tendría que levantarme temprano para comprar los diarios que posiblemente se agoten de inmediato y salí a tomar aire, el nuevo perfume de Chile.
Con la muerte de este señor, se acabo una etapa oscura de nuestra historia, no sé cómo será la que viene, pero nunca será tan tenebrosa como la dirigida por este señor.
Una vez Luis Zorro Álamo señaló que cuándo ganaba Colo – Colo al otro día “el té será más dulce y la marraqueta más blanda". Sumándome a lo señalado por el ex técnico albo, creo que mañana el pan será más rico, la cordillera se verá más esplendorosa, el aire tendrá un aroma especial, el saludo será más fraterno…de hermanos.
En fin, mi reflexión...
El apellido genera dolor, molestia, es una piedra en el zapato para la convivencia nacional. Apenas se supo la noticia las muestras de felicidad y tristeza se multiplicaron por todo el país. Mientras que en las poblaciones y Plaza Italia, la bocinas y los gritos de ¡Ya cayó, ya cayó! Se multiplicaban. En el recinto hospitalario, los Ave María y la canción nacional intentaba dilapidar los gritos festivos.
No me siento parte de ninguno de los dos bandos. No valoro el ‘aporte’ que hizo el señor recientemente fallecido, ni festejo las muertes de mis enemigos, prefiero que vivan para verlos pagar.
Apenas me enteré de la noticia sentí una especie de alivio, inmediatamente me puse a pensar en los titulares del día siguiente, que tendría que levantarme temprano para comprar los diarios que posiblemente se agoten de inmediato y salí a tomar aire, el nuevo perfume de Chile.
Con la muerte de este señor, se acabo una etapa oscura de nuestra historia, no sé cómo será la que viene, pero nunca será tan tenebrosa como la dirigida por este señor.
Una vez Luis Zorro Álamo señaló que cuándo ganaba Colo – Colo al otro día “el té será más dulce y la marraqueta más blanda". Sumándome a lo señalado por el ex técnico albo, creo que mañana el pan será más rico, la cordillera se verá más esplendorosa, el aire tendrá un aroma especial, el saludo será más fraterno…de hermanos.
En fin, mi reflexión...
2 comentarios:
Una pregunta ¿será menos pesada la carga `política y emocional para el país? A tu parecer.
adiós
Las heridas siguen ahí y siempre estarán. Los recuerdos vendrán siempre y sin falta los 11 de septiembre; no faltara un nuevo chiste sobre el susodicho, y no me sorprendería que en un par de meses más alguien le prenda velas al señor este por un milagro que hizo no sé dónde.
Pero la mochila seguirá igual, emocional y políticamente, es cosa que alguien haga el recuerdo y comenzará la disputa histórica.
Ahora bien, este próximo 11 de septiembre seguirán las mismas heridas y los homenajes serán más grandes y ostentosos, pero sabremos que el señor no aparecerá para encolerizar a nuestros compatriotas.
No creo en eso de "muerto el perro se acaba la leva", como periodista y joven tengo la responsabilidad de bajar la imagen mítica que alcanzó Pinochet durante sus funerales y considero que esos son los pasos a seguir para que la cordillera sea vea mucho más reina y el pan sea muy crujiente.
¿Te respondí? Mariel.... (¿tienes blogs o un apellido?)
Publicar un comentario